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SOBRE LA REPATRIACIÓN DEL MISIONERO CON ÉBOLA 11/08/2014

Posted by alopezdelval in Crisis.
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Parece que va amainando el temporal causado por un pobre médico y misionero español, que solo se le ocurre contagiarse con el Virus Ébola.

Se han escrito ríos de tinta al respecto. He quedado sorprendido como personas u organizaciones, que aparentemente se espera de ellas un cierto nivel cultural y sanitario, parece que están todavía en la época de Hipócrates (con sus Aires, Aguas y Lugares), o actúan como ocurrió en la epidemia de Peste del Siglo XIV.

Realmente qué poco hemos cambiado como seres humanos, nuestros miedos siguen siendo lo mismos que hace siglos.

He leído que Organizaciones Sindicales y Profesionales se posicionaban en contra de la repatriación (algunos luego la matizaron, cuando les “atizaron”).

He leído teorías de conspiración de ejército americano en la creación y propagación del Ébola.

He leído que se repatría porque es cura.

Como digo, el contagio de este misionero, y en su condición de español, ha producido una riada de opiniones. Muchas absurdas, otras contradictorias, algunas malintencionadas. Es curioso cómo, al final, pocos son los que acaban mojándose sobre la conveniencia o no de trasladar a un enfermo español a su país. La mayoría de las opiniones al final eran “depende”, “quizá”, “según”. Pues señores, o es un “sí” o es un “no”.

No hay que recordar que La Unión Europea, en documento del 1 de agosto, recomendaba ya la repatriación.

Los protocolos de actuación están escritos y publicados, para el que quiera leerlos. Pero a estos se les hace poco caso, y sí se hace a publicaciones de dudosa procedencia con un tufillo maledicente.

Por encima de este caso hay una evidente hipocresía, no sólo en España. El Ébola en ciudadanos occidentales es una noticia diaria, pues se contagia. Pero el hambre en África no se contagia, luego no es noticia.

En mi opinión, la característica principal de este caso es que es un hecho excepcional, y como tal hay que tratarlo.

En los hechos excepcionales hay que echar el resto, y ahí está la valentía del que toma decisiones.

Y como hecho excepcional hay que maximizar las medidas de prevención y control.

Y en los hechos excepcionales hay que improvisar.

Aunque improvisar no significa hacer chapuzas, o las menos posibles.

¿De verdad alguien piensa que España debía haber dejado al misionero a su suerte?

Me sorprenden muchas reacciones, que saliendo de lo profesional, hablan más de asuntos políticos, ideológicos, económicos, sociales…

Sí es cierto que la situación se produce en medio (¿quizá al final?) de una gravísima crisis económica que ha obligado a hacer ajustes, sobre todo en Recursos Humanos, en el SNS.

También es cierto que en el SNS se echa en falta una política decidida de Salud Pública, global. Esto es especialmente doloroso para mí por mi especialidad médica, la Medicina Preventiva y Salud Pública. No puedo decir que haya habido un desmantelamiento de la Salud Pública de modo global, pero no existen directrices y recursos decididos para ello.

Y hablaré algo del Hospital Carlos III (antiguo Centro Nacional de Investigación Clínica y Medicina Preventiva), nombre que se acuñó en el tiempo que el equipo directivo gerenciado por mi amigo y maestro Carlos Hermoso de Mena, y en el que tuve el honor de ser Director Médico y posteriormente Gerente en funciones, allá por el año 1998 (en la página web de Salud Madrid indica que fue en el año 1990, lo cual es una errata).

El Hospital Carlos III, según tengo entendido, iba a ser un hospital de Convalecencia al servicio del Hospital Universitario La Paz. Es muy posible que este hecho revierta la situación.

Sobre la situación de este hospital opino lo siguiente. Posiblemente en España haría falta un centro de enfermedades tropicales, pero hablo de España, no de Madrid. No hay casuística suficiente y suficientemente grave como para dedicar un hospital a este menester en una Comunidad Autónoma. Y aun así habría que ver qué opinan los Servicios de Medicina Interna o Enfermedades Infecciosas de los grandes hospitales.

Se habla también de que no estamos preparados para recibir al misionero, pues no disponemos de la infraestructura y protocolos de los EEUU. Es curioso como un país tan denostado en lo sanitario (y en lo no sanitario también), siempre que ocurre un hecho extraordinario aparece como ejemplo y modelo.

Se habla de que las autoridades y gestores, desastrosos todos ellos, pueden generar el traspaso de la epidemia a otro continente, pero que seguramente este hecho lo evitará la entrega, valor, iniciativa e ingenio de los sanitarios españoles (sic).

A continuación expongo una serie de tuits que he seleccionado precedido de su autor:

@RafaelTimermans

  • “Creo alarma diciendo que no se toman medidas de seguridad y no estamos preparados y luego me quejo de que se ha creado alarma”.
  • El antídoto contra el Ébola cotiza en bolsa» es un titular de hace 5 meses. Pero se pone hoy y de nuevo parece parte de la conspiración…
  • Los mismos que protestaban porque ingresar al médico con ébola era peligroso en La Paz protestan porque le aíslan en una planta solo.
  • Ahora me entero que el religioso es médico. ¿Por qué se insiste en lo primero? Ya…
  • Dice los CDC que cualquier hospital americano que pueda aislar al paciente con Ebola vale, y aquí histeria médica.
  • Mucho curso de utilización de redes sociales por sanitarios, folletitos de ética en las redes para qué. Difundir temor?
  • Y siempre hay que decir la verdad. Pero qué objetivo puede tener un sanitario que insiste en las redes que no estamos preparados?
  • Pagar a piratas por liberar españoles atrapados no tuvo apenas debate. Ni por liberar gente de ONG secuestrados.

@juliomayol

  • Muchos de los que hablan de humanización y «mirar a los ojos» con el ébola se transforman.
  • Y ahora, de repente, surgen decenas de expertos en manejo del ébola.

@pperezf

  • La que les ha caído por repatriar no es nada con las que les habría caído por no repatriar.

@manugbf

  • Escuchar a un médico de Madrid diciendo que trasladar a un infectado de Ébola a España es un disparate no me tranquiliza mucho, la verdad…

@javierpadillab

  • El brote de ébola está consiguiendo dibujar a la perfección los dos grandes mundos sanitarios existentes y sus ejes de desigualdad
  • Gente q da más veracidad a un artículo del 20m que a un documento oficial del E-CDC
  • 1º.Generas alarma con desinformación 2º.Preguntas a la gente si se siente segura. 3º.Informas de q la gente no se siente segura.
  • Perfecto, en Cuatro diciendo que el ébola empieza como «una gripe común» y que hasta que no empiezan los vómitos con sangre no se diferencia

Para finalizar os extraigo algunos artículos leídos en internet. Es un extracto rápido y aleatorio, pues es materialmente imposible acceder y leer todo lo publicado.

¿Tiene sentido repatriar a los infectados por Ébola?  El autor se posiciona con claridad por el NO repatriar.

Bienvenido Mr. EbolaGran post, como siempre, de Rafael Sánchez de su Blog “Más allá del microscopio”. De recomendada lectura.

Carta de un enfermero. Existe un riesgo mayor que el ébola y está tras el cristal. Un enfermero de La Paz critica todo el proceso. Si tienes tiempo lee los comentarios.

Desconcierto entre los trabajadores del hospital Carlos III: “¿Nos dejará el ébola sin vacaciones?”  Sin comentarios, sobre todo conociendo al del megáfono.

Los médicos critican el traslado del cura con ébola: «Es una decisión política y no sanitaria»  Críticas profesionales al traslado.

Ébola: datos, aciertos, improvisaciones y reivindicaciones. Muy buen post de Javier Padilla en su Blog “Médico Crítico”.

La Tarjeta Sanitaria por puntos 06/04/2014

Posted by alopezdelval in Política Sanitaria.
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Este post puede ser un poco surrealista. Alguno creeréis que me he vuelto loco o que es una broma. Pero no.

Todo parte de unos días informativamente muy curiosos desde la declaración del Presidente de la Organización Médica Colegial respecto a que las atenciones sanitarias no necesarias habría que pagarlas. Las hizo en el Foro Nueva Economía el 31 de marzo de 2014 (ver enlace).

No conozco personalmente al Dr. Rodríguez Sendín, pero en las interacciones por Twitter siempre me ha parecido un hombre educado, moderado y chapado al “modelo convencional” de nuestro SNS.

Por eso este comentario más me parece que ha sido una “provocación”. Una manera de remover conciencias (por cierto bastante dormidas) y de generar polémica y debate.

¡¡Y vaya si lo ha conseguido!!

Al Presidente de la OMC le ha “caído la mundial” durante estos días desde todas las perspectivas y posiciones.

Curiosamente el 31 de marzo de 2014, idéntico día, la Dra. Mónica Lalanda, en su extraordinario y exitoso blog MEDICOACUADROS, publicaba “Su moco no es una urgencia: son 15€”.

Quizá ambas noticias se retroalimentaron, y en Redes Sociales, radio y televisión, han tenido gran eco.

Cuando veáis el post de la Dra. Lalanda, quizá lo mejor no está en el texto, sino en los ataques que sufre en los comentarios (363 respuestas el día que lo consulté).

El asunto es complejo, sobre todo porque nadie se había atrevido a poner en la diana a uno de los actores del Sistema Sanitario, el paciente y/o ciudadano (ver los actores del Sistema publicados en mi post “Los actores del Sistema: El Contribuyente (I), donde se habla de seis actores en el Sistema”).

Escribo algunos comentarios que he leído respecto a la propuesta de Rodríguez Sendín:

  • No entiendo “muy bien” la propuesta de hacer pagar a la población si hace un mal uso de la asistencia sanitaria…lo importante es que se atienda a todo el mundo, que sea pública y gratuita (Alfonso Alonso, portavoz del PP en el Congreso).
  • No soy partidario de copago en urgencias ni de ningún tipo de copago…se manifiesta a favor de que se abra un debate sobre el uso de los recursos por parte de los pacientes (Antonio María Sáez Aguado, Consejero de Sanidad de Castilla León).
  • No se puede penalizar a los enfermos, personas que se sienten inseguras y cometen errores (Alfred Bosch, portavoz de ERC en el Congreso).
  • Si alguien quiere defender la privatización o el copago que lo defienda abiertamente pero que no use como excusa a los ciudadanos que son los sufridores de la sanidad…lo más eficiente es la educación para la salud (José Luis Centella, portavoz de Izquierda Plural en el Congreso).
  • Se pretende criminalizar a la sanidad pública (Cayo Lara, coordinador federal de IU).
  • La medida es injusta y está destinada a culpabilizar a los ciudadanos enfermos de los problemas económicos de la sanidad pública, como si el mal uso de los recursos sanitarios por la población fuera el responsable de los recortes que el PP está haciendo en el sistema sanitario público (Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública).
  • La medida que propone el presidente de la OMC choca directamente con la equidad, que precisamente afecta a grupos desfavorecidos y frágiles (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias).
  • Es una barbaridad querer valorar si una persona ha utilizado bien o mal la sanidad, en la Consejería no se contempla este escenario (Javier Rodríguez, Consejero de Sanidad de Madrid).
  • Espero que Ana Mato no aplique la barbaridad de pagar por un uso indebido de la sanidad (Rosa Díez, portavoz de UPyD en el Congreso).

Puesta la polémica encima de la mesa, quizá sea interesante añadir algunas reflexiones al asunto:

¿Qué uso damos del Sistema Sanitario?

En general los datos nos dicen que, comparativamente, hay un sobreuso del Sistema y de los medicamentos (ver “Los Actores del Sistema: El paciente (II)”).

Desconozco la utilización específica de las Unidades de Urgencias, pero no es difícil encontrar textos que indican que entre el 25% y el 40% de las urgencias que entran, deberían resolverse en otros niveles asistenciales.

En el caso concreto de las urgencias, es muy probable que parte de su sobreutilización venga producida por el mejorable funcionamiento de otros niveles asistenciales.

Y también por la comodidad de los usuarios. ¿Quién no ha oído alguna vez la siguiente frase? “Ya que estoy en el hospital me voy a pasar por urgencias para ver si me hacen una determinada prueba”. O simplemente me hagan una “revisión”.

Hemos de reconocer que esto es real y que tiene importantes repercusiones en el funcionamiento del Sistema.

Todos, digo todos, hemos comentado alguna vez las “epidemias de salud” que se producen cuando hay ciertos períodos del año o en los eventos, generalmente deportivos.

Es mucha casualidad.

Por lo tanto mi primera conclusión es que, efectivamente, usamos el Sistema Sanitario de un modo mejorable.

¿Hay que hacer algo con la sobreutilización?

Visto lo leído, parece que mayoritariamente no hay que hacer nada. Bueno, sigamos con la barra libre. Yo consumo y tú pagas.

Realmente tomar medidas contra los ciudadanos / pacientes puede conllevar muchos votos. Hay que entenderlo.

Mi segunda conclusión es que sí habría que hacer algo. Hay que actuar sobre todos los Actores del Sistema, no solamente sobre algunos de ellos.

Pero realmente lo difícil es saber cómo actuar con los ciudadanos / pacientes.

¿Qué consideramos, qué es, sobreutilización de Servicios Sanitarios?

Para hablar de sobreuso, podemos hacerlo de modo global y de modo individual.

De modo global solo podemos atenernos a las estadísticas: entre Comunidades Autónomas, entre países. Y sabiendo que cuando hablamos de datos agrupados existe un Sesgo llamado Falacia Ecológica, de modo que dificulta extrapolar los resultados al individuo.

De modo individual, hay casos muy evidentes de uso espurio. Pero hay gran cantidad de casos dudosos, que dependen de la subjetividad de cada ciudadano.

Pero pensemos en un ciudadano concreto. Si su subjetividad es tal que de modo constante está accediendo al Sistema Sanitario, este ciudadano está fastidiando a los demás. Y esto es así.

Por lo tanto elaboro una tercera conclusión. Estadísticamente sería factible establecer, por cada paciente, en función de sus patologías, edad, y otros factores sociodemográficos, cuáles son las tasas esperadas de utilización de los servicios sanitarios.

Para esto necesitamos tener unos Sistemas de Información suficientemente completos y potentes, que desgraciadamente no se dan en todas las Comunidades en España. En este asunto las Compañías Aseguradoras de Salud nos podrían dar bastante información.

Es igual que para el copago de medicamentos, donde todos estamos “fichados” con un código de renta.

¿Quién tiene que indicar que ha habido una mala utilización del Sistema?

La realidad es que, objetivamente, muchas veces es muy complicado saber si un servicio concreto prestado es necesario o innecesario.

La Sociedad de Medicina de Urgencias y Emergencias indica además que los facultativos están para atender, no para juzgar.

Aquí estoy parcialmente de acuerdo. La función principal es atender, pero también están las medidas encaminadas a hacer más sostenible el sistema.

Sí es cierto que tiene que hacerse muy duro marcar en el informe de alta la casilla de “innecesario” cuando delante tienes a un ciudadano humilde que se ha dejado caer por urgencias.

Por eso creo que los facultativos no pueden hacer el control de la frecuentación, sino que debe hacerse “fríamente”, con sistemas informáticos y su codificación.

Mi cuarta conclusión está basada en la tercera. Si hay bases de datos, la estadística proporciona suficiente seguridad para aventurar qué uso absoluto y relativo tendrá cada ciudadano, con los correspondientes intervalos de confianza dentro de los cuáles los ciudadanos o pacientes se sientan seguros, en el sentido de no sentirse presionados para no usar los Servicios Sanitarios.

¿Y qué hacemos con los sobreutilizadores?

Como dice Mónica Lalanda, el moco son 15€. No veo que sea factible.

He mencionado repetidamente en este blog mi oposición al copago directo, por muchos motivos. El principal es que el Sistema Sanitario no está preparado para cobrar, y montar esta infraestructura costará más que lo que se recaude.

Sin embargo sí soy partidario de algún tipo de copago indirecto. Este copago indirecto debe ser manejado desde fuera del Sistema, por las máquinas, ordenadores.

¿Tenemos esta posibilidad en el Sistema Sanitario de hacerlo? No.

Pero sí hay alguien que lo tiene, creo que se llama Rita, y es el Ordenador de la Agencia Tributaria.

La AEAT está 24 horas, 365 días al año, haciendo cruces de datos entre ciudadanos, empresas, y todo tipo de organizaciones. Busca y busca, y al final suele encontrar.

Con Sistemas de Información y codificación e identificadores comunes, y esta información en poder de la Agencia Tributaria, podría hacerse.

Bien, ya tenemos a un ciudadano que ha sobrepasado el límite superior del Intervalo en la cifra de uso del Sistema en función de las variables patológicas y sociodemográficas.

¿Qué hacer con este caso? ¿Cobrarle? ¿Amonestarle? ¿Avisarle? No sé bien qué decir. Siguiendo los razonamientos, por lo menos que el ciudadano sea consciente del sobreuso.

Pero tenemos otro caso, un ciudadano que ha sobrepasado el límite inferior del Intervalo en la cifra de uso del Sistema en función de las variables patológicas y sociodemográficas.

¿Qué hacer con este caso? ¿Darle un premio? ¿Felicitarlo?

En este caso elaboro una quinta conclusión, algo surrealista, es abogar por el copago inverso: no cobrar a quien consuma más, sino desgravar al que menos o mejor use los servicios. Desgravaciones en lugar de tasas.

Veo al menos tres problemas a esta quinta conclusión:

  1. ¿Qué hacer con las bajas rentas que no declaran a hacienda? Obviamente nada, pues no pueden desgravar.
  2. ¿Qué hacer con los que usan servicios sanitarios privados? Pues aplicando la norma habrá que desgravarles si les corresponde, aunque esta medida sería muy contestada desde ciertos posicionamientos ideológicos, indicando que se “desgrava a los ricos”.
  3.  ¿Qué hacer con el 82% de los funcionarios que están en el modelo MUFACE? Pues ajustar la prima a las Compañías Aseguradoras en función del riesgo estadístico medio.

Bien, he llegado al final. Como he comenzado os repito y aseguro que no me he vuelto loco. Soñar es gratis.

 

 

Propuestas de la Subcomisión para el análisis de los problemas estructurales del Sistema Sanitario 01/12/2013

Posted by alopezdelval in Sistemas de Salud.
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En este post transcribo las 27 propuestas de la Subcomisión para el análisis de los problemas estructurales del Sistema Sanitario y de las principales reformas que deben acometerse para garantizar su sostenibilidad (documento completo aquí).

Los miembros de la Subcomisión parece que han leído mi Blog… (modesto que soy).

Esperemos que no duerman el sueño de los justos, como el Informe Abril.

V. PROPUESTAS DE LA SUBCOMISIÓN PARA EL ANÁLISIS DE LOS PROBLEMAS ESTRUCTURALES DEL SISTEMA SANITARIO Y DE LAS PRINCIPALES REFORMAS QUE DEBEN ACOMETERSE PARA GARANTIZAR SU SOSTENIBILIDAD

Partiendo de las carencias expuestas por los comparecientes y las Comunidades Autónomas en la Subcomisión para el análisis de los problemas estructurales del sistema sanitario y de las principales reformas que deben acometerse para garantizar su sostenibilidad, serían propuestas con las que renovar y poner al día el Sistema Nacional de Salud (SNS) para mejorar su situación actual y favorecer un futuro estable, las siguientes:

1. La consolidación, el desarrollo, la sostenibilidad y la calidad del Sistema Nacional de Salud requieren un Pacto de Estado con todos los agentes del sector que evite la confrontación partidista y revitalice consensos políticos, profesionales y sociales en torno a la Sanidad como principal pilar del Estado del Bienestar.

2. La Ley General de Sanidad y demás disposiciones legislativas de desarrollo han de ser la base sobre la que modernizar y consolidar un modelo de SNS que garantice plenamente un asistencia sanitaria pública, gratuita, cohesionada, universal, equitativa, de calidad, financiada mediante impuestos, gestionada conforme a lo establecido en la Ley General de Sanidad, y capaz de adaptarse a los desafíos demográficos, asistenciales, tecnológicos, y financieros presentes y futuros.

3. Fortalecer la cohesión territorial en la aplicación de las competencias que en materia de Sanidad corresponde desarrollar a las diferentes administraciones para aplicar de manera coordinada medidas de eficiencia y de buenas prácticas, tanto en el ámbito de la gestión económica, como en todo lo relativo a la prestación asistencial.

4. Garantizar, desde el diálogo positivo y los acuerdos ya alcanzados con el Ministerio de Sanidad, las condiciones básicas de los profesionales que sean competencia del Estado según la legislación vigente.

5. Favorecer que el profesional gane protagonismo, reconocimiento y autonomía en la gestión clínica en un marco de eficiencia por la sostenibilidad.

6. Actualizar el modelo formativo de los profesionales, desde una nueva troncalidad y el incremento de los conocimientos en Medicina Interna, la gestión de recursos y la coordinación sociosanitaria, de modo que se incremente la polivalencia y la capacidad resolutiva de los profesionales que tanto se requiere actualmente.

7. Promover una gestión y una planificación eficaces de los recursos humanos partiendo del registro nacional de profesionales, al tiempo que se equiparan las diferentes categorías existentes en el SNS, se redefinen las competencias de cada profesión, y se asumen como sanitarias nuevas profesiones.

8. Incluir variables en las retribuciones de los profesionales en función de lo que se es, se hace y los resultados que se obtienen, midiendo productividad, índices de satisfacción y calidad del servicio prestado.

9. Definir un nuevo modelo de financiación estable, suficiente, respetuoso con el principio de estabilidad presupuestaria, y coherente con la cohesión territorial, la igualdad y la equidad en el acceso a las prestaciones.

10. Impulsar, sobre una cápita adecuada, las reformas en las políticas presupuestarias de las Comunidades Autónomas para que sus presupuestos garanticen un gasto sanitario por ciudadano adecuado a la cartera de servicios.

11. Aumentar los recursos teniendo en cuenta la disponibilidad real de los mismos y evitar descensos bruscos en las asignaciones que reduzcan la provisión de servicios por debajo de los estándares de calidad, pues tan importante como aumentar los recursos disponibles es favorecer la estabilidad de la financiación.

12. Garantizar el pago a proveedores, controlar las inversiones desde el principio de la efectividad con indicadores de medición, y contar con la Sanidad como un aportador en positivo a la balanza económica del país, que además genera puestos de trabajo de calidad.

13. Agilizar la compensación económica por atención a pacientes entre Comunidades Autónomas, establecer un sistema eficaz de facturación a terceros nacional e internacional, y planificar la asistencia limítrofe y de alta especialización.

14. El Sistema Nacional de Salud debe ser gestionado y planificado desde un nuevo modelo de gobernanza más ejecutiva, eficaz y solidaria que busque la eficiencia y la rendición de cuentas desde la cooperación entre administraciones.

15. Promover la calidad asistencial orientando el SNS hacia las necesidades del paciente, desde una gestión ágil y sujeta a un análisis continuado de resultados en salud.

16. Desarrollar la colaboración con la iniciativa privada en función de lo establecido en la Ley General de Sanidad y en la normativa posterior, siempre procurando la optimización de los recursos propios del sistema público.

17. Coordinar los servicios sanitarios y sociales para ofrecer una asistencia integral, continuada, humanizada, personalizada y sostenible, especialmente en procesos asistenciales complejos y de larga duración. Se debieran tomar como referentes, experiencias de éxito desarrolladas en las Comunidades Autónomas, así como las propuestas contenidas en el Libro Blanco de la Coordinación Sociosanitaria que el Ministerio de Sanidad y las propias Comunidades Autónomas elaboraron en diciembre de 2011.

18. Potenciar la capacidad resolutiva de la atención primaria, incrementar el protagonismo asistencial de los servicios de Medicina Interna, y actualizar la organización y la estructura del sistema desde la coordinación sociosanitaria integral para garantizar una respuesta asistencial adecuada a las enfermedades más prevalentes, y en especial a las patologías crónicas y relacionadas con la salud mental.

19. Promover el desarrollo de la Ley General de Salud Pública para potenciar la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, haciendo que el paciente, en torno al cual ha de desarrollarse todas las políticas en el sistema sanitario, se implique activamente en su autocuidado desde la infancia.

20. Impulsar la investigación, el desarrollo y la innovación en el ámbito sanitario desde el trabajo conjunto de los organismos públicos de investigación, las universidades y la iniciativa privada.

21. Fomentar el acceso equitativo de los ciudadanos a las innovaciones, con independencia del lugar en el que residan.

22. La calidad de la asistencia y la seguridad de los pacientes debe ser la base de la acreditación de los centros y las instituciones sanitarias.

23. Desarrollar un sistema de evaluación de tecnologías y prestaciones sobre el que definir la cobertura asistencial. En este sentido, hay que desarrollar la estructura y el trabajo desempeñado por la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías y Prestaciones Sanitarias en la línea del National Institute for Health and Care Excellence (NICE) británico.

24. Establecer, desde la transparencia, indicadores de salud centrados en la calidad, la equidad y la continuidad asistenciales, y en la seguridad del paciente. Los indicadores deben aplicarse a cada servicio de cada centro asistencial, y la información debe ampliarse y actualizarse periódicamente, y hacerse pública conforme a lo establecido en la Ley de Protección de Datos y en la legislación sanitaria de carácter general.

25. Implementar un sistema de información interoperable con el que obtener la evidencia suficiente para tomar decisiones y garantizar los derechos y la seguridad del paciente.

26. Impulsar la interoperabilidad en todo el sistema sanitario de la tarjeta sanitaria individual, la receta y la historia clínica electrónicas.

27. Crear una Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Estado por la Sanidad en el Congreso de los Diputados, que vele, a imagen de la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo, por el cumplimiento de las medidas consensuadas por el ministerio de referencia en el ámbito sanitario con los profesionales, las Comunidades Autónomas, y los partidos políticos en favor de la calidad, la seguridad, la eficiencia, la equidad y la solvencia del sistema sanitario. La citada comisión deberá convocar periódicamente a los agentes sociales, económicos y profesionales para conocer el contenido y el alcance de los acuerdos que se formulen para fortalecer el derecho a la protección de la salud y mejorar el funcionamiento del sistema sanitario en su conjunto.

Premio SEDISA 2013 16/11/2013

Posted by alopezdelval in Sistemas de Salud.
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1er premio sedisa 2013Este post es solo para agradecer las felicitaciones que estoy recibiendo y, de paso, para volver a publicar el artículo «Los actores del Sistema Nacional de Salud en España«, que ha sido premiado en las VI Jornadas Nacionales de Sedisa como el mejor artículo publicado en la revista SEDISA SIGLO XXI.

Y de paso agradezco especialmente a mi amigo Carlos Arenas, firmante también del artículo,  que diera el impulso final para su envío a la revista.

Lo dicho, gracias a todos y un abrazote.

La profesionalización de los Directivos Sanitarios 14/10/2012

Posted by alopezdelval in Función directiva.
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 Hoy haré unos comentarios sobre el documento “La profesionalización de los Directivos de la Salud”, confeccionado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) con la colaboración de TEA – CEGOS [ver link].

En primer lugar creo debe ser suficientemente ponderada la labor que Sedisa está llevando a cabo en estos últimos años en favor, no sólo del entendimiento y comprensión de la Gestión Sanitaria, sino sus múltiples colaboraciones con el Sistema Sanitario en todos los aspectos referentes al mismo. La Sociedad se ha rodeado de un elenco de profesionales de primer nivel, extraordinarios conocedores del medio, de reconocido prestigio, que han dado un impulso definitivo a la profesión y al sector.

Y una labor que está desarrollando SEDISA con ahínco y seriedad es el dotar de un “marco” a la gestión sanitaria, por encima del actualmente existente.

Y es especialmente relevante por la situación sobrevenida desde principios de los 2000, donde se “centrifugó” el Sistema Sanitario con las masivas transferencias al extinto territorio INSALUD.

Aún recuerdo con cierta melancolía cuando, en los años 1996 a 2000 hubo una “explosión” de interés por la gestión sanitaria, que se difundió por casi la totalidad de las organizaciones sanitarias, principalmente el INSALUD.

Fueron tiempos en los que masivamente, facultativos, enfermeras, jefaturas, de la sanidad pública y privada (algo muy relevante), se lanzaron a realizar por cuenta propia (algo aún más relevante) cursos y másteres de gestión sanitaria, que obviamente crecieron exponencialmente debido a la demanda.

Fueron momentos de liderazgo, franco liderazgo sanitario, probablemente el único que ha habido en la etapa democrática, si exceptuamos puntualmente algún consejero en alguno de nuestros 17 países llamados Comunidades Autónomas.

Y este liderazgo provenía fundamentalmente de la “autoritas” del entonces Presidente Ejecutivo del INSALUD, que no era médico, pero que supo rodearse a su vez de profesionales de primer nivel que conocían la meso y la microgestión.

Recuerdo como, en algún viaje que realicé a Barcelona en esos años, oí por primera vez desde Cataluña lo de “España nos roba”. Qué curioso casi 15 años después que sea el leit motiv de una posible secesión. El motivo por el que se consideraba que España metía mano a la cartera de Cataluña era porque la financiación sanitaria de las CCAA transferidas estaba referida a la del INSALUD, el 49% de la asistencia estatal. Y en ese tiempo se consiguieron desviaciones presupuestarias mínimas en el INSALUD (alrededor del 3%), cifras que ni antes ni después se han alcanzado, pero Cataluña tenía desviaciones del 12%, con lo cual había un sentimiento de subfinanciación.

Y lo dicho en estos párrafos anteriores es relevante para expresar mis opiniones, o más bien reflexiones, sobre el documento de SEDISA.

Es un primer abordaje muy serio y profundo de un problema arrastrado desde hace muchos años. El documento es muy sensible y coincido con él en casi todos los aspectos.

Sin embargo me preocupan otros.

Sector privado.

Me preocupa en este documento la escasa presencia del sector privado en la consideración de directivos, creo que se menciona exclusivamente en una ocasión.

Y por supuesto no puedo estar de acuerdo con frases como el párrafo que indica que un directivo de gestión pública “necesita una mayor capacidad de reflexión y pensamiento que un directivo mercantil”.

Cuando menos contrasta con, por ejemplo, el nuevo Modelo de Gestión Compartida de la Comunidad Valenciana (bueno, si se consigue desarrollar), en el que expresamente se indica que se dotará a los directivos de conocimientos empresariales.

Otro asunto es que todos somos directivos mercantiles, pues trabajamos por dinero. Quiero creer que ha sido un lapsus léxico que debería haberse escrito como “directivo de una mercantil”.

Aun así, y por mi experiencia personal, aun siendo ámbitos bien distintos, puedo asegurar que el directivo de una mercantil las “pasa canutas”, y que desde luego no solo tiene que tener capacidad de reflexión y de pensamiento, sino una imaginación desbordante en ocasiones para conseguir los objetivos marcados. Mucho más que en una organización pública.

Y el hecho es que, después de la Centrifugación del INSALUD, época en la que había muchos “pesos pesados” de la gestión sanitaria, en su inmensa mayoría estos se fueron al sector privado donde han desarrollado muy interesantes carreras profesionales.

No hay que olvidar que el sector privado es el 30% de la asistencia que se presta en España, y que tiene multitud de entidades e instituciones: Compañías, Mutuas, Grupos Hospitalarios, a su vez con multitud de puestos directivos altos o medios, que también deben decir algo en este sentido, además de aprovecharse de los contenidos del proyecto.

 Otros tipos de directivos.

Un Centro Sanitario funciona eficientemente si sus mandos intermedios lo hacen. Esto es también gestión sanitaria, y mucha.

Quizá es prematuro, pues es un Resumen Ejecutivo posiblemente inicial, pero no hay que olvidar a Direcciones, Subdirecciones y Jefaturas en el sector público y en el privado.

Creo una obligación intentar “enganchar” a estos profesionales a la Gestión Sanitaria.

 Intrusismo profesional

Cuando se comenta que “algunas designaciones de gestores sanitarios pueden tratarse de intrusismo profesional promovido por las autoridades sanitarias encargadas de la elección”,  creo no es afortunada.

Los responsables políticos son los responsables de los gestores, no al revés. Si un gestor no es considerado como óptimo la culpa no es del gestor, sino de quien lo pone. Pero por otro lado a la hora de elegir todos tendemos a acudir a personas con las que tenemos confianza personal.

El resto es sentido común, pues además de confianza personal tienes que tener las capacidades para el puesto.

En la Sanidad Privada, a un CEO no creo que nadie le acuse de intrusismo profesional por designar a un responsable, pues no tiene sentido. En el caso de la administración el responsable político es el CEO.

Pero en ambas habría que rendir cuentas después, el problema es que en la administración las cuentas que se rinden son políticas, por lo menos así ha sido hasta ahora.

Y con esto no indico que esté de acuerdo con el actual mecanismo de nombramientos, pero sí con aplicar el sentido común.

 Registro de profesionales

En época del INSALUD creo que ya hubo un Registro Centralizado de Directivos, con su CV. Pienso que se recurrió escasamente a él excepto para puestos de segundo nivel como subdirector o director médico o de enfermería de hospitales comarcales.

Si esto ocurrió con un territorio como el INSALUD, con territorios pequeñitos en las CCAA pesará mucho más el concepto de “confianza”.

 Carrera profesional y emolumentos.

Es obvio que parte de la desafección que hay en estos momentos a dar el paso para trabajar en la Sanidad Pública como directivo son los emolumentos. En la Sanidad Privada se retribuye algo mejor.

Si los gestores públicos tienen que rendir cuentas objetivas (no políticas, que son las que se han rendido muchas veces en los últimos años), tienen que tener una consideración salarial suficiente para su puesto.

Sin embargo, creo difícil hablar de carrera profesional pautada para los directivos, y mucho menos una “trayectoria profesional” de 3+3 años como se sugiere (3 años en un hospital comarcal, 3 años en un hospital nivel 2) antes de llegar a un hospital de nivel 3 (universitario).

Y lo expreso porque creo que la Dirección de Organizaciones no es una ciencia, y se parece más a un arte. A tener cualidades.

Yo puedo prepararme exhaustivamente, y entrenar mucho, pero nunca jugaré en primera división pues no tengo cualidades para jugar al fútbol.

Me suena como si a Lionel Messi se le dice que para jugar en el primer equipo tienes que pasar 3 años en el Barcelona C y 3 en el Barcelona B, y después ya en primera.

Me remito a mi post publicado el 8 de julio de 2012 sobre la Función Directiva: POSDCORB  [ver link] en el que el Dr. Gutiérrez habla de la creatividad y la intuición por encima del proceso racional y analítico.

Será que soy anárquico e iconoclasta, pero me defino con esta concepción de la Función Directiva.

Conozco algunos facultativos que, con mucha probabilidad, llegarían a ser buenos directivos porque tienen “autoritas”, como el antiguo Presidente Ejecutivo del INSALUD.

Y, por ejemplo, con esta concepción prácticamente ningún CEO, Director Médico Nacional y otros altos cargos de Compañías, Mutuas o Grupos Sanitarios, podría ser Gerente de un Hospital Universitario.

Por otro lado pienso que la existencia de un Diccionario Abierto de Competencias Directivas está muy bien en el ámbito teórico, pero, en muchas ocasiones, puede ocurrir como a Ramón y Cajal cuando opositó a la Cátedra, que preguntó ¿Quién me va a examinar?. Obviamente él tenía más conocimientos que el tribunal.

Sí es buena y positiva la existencia de un cierto itinerario formativo, no limitativo, pero no considero la existencia de un título oficial (haciendo una broma “Diplomado en Jefe”).

La formación actual es individual y errática. Cada uno se forma como puede. Sería bueno unificarla y que fueran las propias escuelas las que promocionaran a sus alumnos. En esto IESE, ESADE, IE llevan haciéndolo años con éxito.

Que compitan por resultados entre ellas.

 Cualidades del directivo.

Acabo destacando las cualidades que menciona SEDISA como claves para la dirección sanitaria: liderazgo, resiliencia, integridad y ética, trabajo en equipo, comunicación, dirección y desarrollo de personas, orientación al cliente, orientación a resultados, actitud ejemplarizante.

Me gusta mucho “resiliencia”, que podríamos decir es como el “estoicismo moldeable”.

Estas son las cualidades que se enseñan en las Escuelas de Negocio para ser un buen directivo.

Pero si nos fijamos con la mayoría de ellas, se nace.

Como corolario final, agradezco a SEDISA su profesionalidad y perseverancia. Despacio pero seguro están trabajando para ordenar y mejorar nuestro Sistema Sanitario. Lo que es aún más difícil en los tiempos que corren.

Chapeau!!!!

¿Hacemos autocrítica los médicos? Un poco no viene mal. 29/08/2012

Posted by alopezdelval in RRHH.
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En este post no escribiré yo. Me limito a transcribir un post publicado el 18 de enero de 2012 desde el blog «Tribulaciones de un Cirujano» [ver link]. Una vez concedida la autorización del autor, simplemente suscribo palabra por palabra su argumentación.

Estos días en twitter ha habido una lluvia de opiniones sobre la situación de nuestro sistema sanitario y de los médicos en general. El tono de la discusión ha sido bastante oscuro y negativo. Sin duda tenemos poderosas razones para quejarnos de nuestra situación, nadie puede negarlo, es un hecho objetivo; como también lo es, que buena parte nos la hemos ganado a pulso. Esto no exculpa a la empresa ni a sus dirigentes: en absoluto, pero como decimos en esta tierra del norte -perdónenme la expresión- para quejarse hay que tener el calzoncillo-o correspondiente- limpio. Siguiendo con el tema escatológico creo que no lo tenemos presentable del todo, me explico. Durante los años de bonanza económica -con el silencio cómplice de las direcciones- algunos servicios han inflado las plantillas de los hospitales y se han inventado el trabajo. Las peonadas, los buscas sin pilas, las guardias de brazos cruzados han coexistido con otros servicios o colegas, totalmente sobrecargados, que han sido el motor de los hospitales y en los que se ha concentrado la innovación y la iniciativa. El resultado de esta convivencia de dos culturas ha producido un choque de “civilizaciones” en la que los buenos trabajadores han llevado la peor parte. Esta es una de las principales razones que explica la desunión de los médicos y crea anticuerpos preformados contra directores, gerentes y políticos metidos a redentores sanitarios.

 Las direcciones, con presupuestos extra, o tirando de endeudamiento, han permitido auténticas tropelías y abusos para conseguir llegar al paradigma del sistema sanitario: la disminución de las listas de espera, con las que se acallan las quejas del ciudadano y se conservan los votos para las próximas elecciones.

 En el boom económico los médicos públicos no tuvimos posibilidad de subirnos al carro de los beneficios fáciles pero si vimos como nuestro entorno se enriquecía. Esta frustración económica –evidente- llevó a muchos a reproducir lo que hacían otros profesionales de nivel equivalente. La salida fue apuntarse a lo que fuera para engrosar el famélico sueldo base -en Navarra 1800 euros, todo o demás son complementos- como había dinero, o lo parecía, todos contentos.

 Cuando vino Paco con la rebaja todo el mundo apuntó a los bancos, los fondos de inversión, los políticos, los especuladores de toda estirpe pero a nadie le oí decir que se equivocó pidiendo un préstamo, comprándose un coche de alta gama, un apartamento en la playa o pagando un viaje a crédito; por el contrario, hubo un clamor pidiendo ayudas y subvenciones- si la has cagado ¡asúmelo!-.

 En este país, que tan atractivo es para los extranjeros, pero que históricamente tanto les ha dolido a sus ciudadanos -El insigne bilbaíno Don Miguel de Unamuno decía:” Me duele España” Antonio Machado: “Españolito que vienes la mundo te guarde Dios…- la autocrítica no es uno de nuestros fuertes.

 ¡Colegas! No hay excusas, nos subimos al carro del despilfarro y el dinero fácil -dentro de lo que permitió el sistema sanitario-, y como en el mundo exterior, algunos se pringaron más que otros, dieron los ingresos extras como fijos y son los que ahora más se quejan. Entre tanto, los responsables políticos estaban pensando en que otro edificio construir o inaugurar, o en ampliar la cartera de servicios -alguna ruinosa campaña de prevención de dudosa eficacia médica pero sin duda mediática-. El despilfarro lo permitieron los responsables sanitarios y todavía estamos esperando sus explicaciones.

 Vienen los recortes… llegan a la sanidad, los administran los mismos que tuvieron una preclara visión de futuro, pero para ahorrar o “ajustar” hay que tener mucho más talento que para malgastar. Martin Luther King decía: “Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”, elijan .

 Los “ajustes” se han realizado de manera indiscriminada: despido de interinos, amortización de plazas, suspensión de programas extraordinarios etc.

 Como muchos servicios estaban sobredimensionados o mal organizados han podido soportar una recorte sin mermar la actividad, pero los que lo hicieron bien; en muchos casos, han salido claramente perjudicados porque no pueden mantener ni la actividad mi mucho menos la calidad. Nuevamente -reiteradamente- se impone la lógica inversa del SNS que prima al vago y jode al trabajador.

 La calidad científico-técnica tan en boga en cualquier charla de gestión, la medicina enfocada al paciente, y otras expresiones que a los médicos nos suenan a música celestial han desaparecido del lenguaje de los gerentes tan rápido como un ictus acaba con tus recuerdos; no se te ocurra utilizar la calidad como argumento, si lo haces te miran con condescendencia y piensan: este un pardillo, se lo había creído. Hoy la calidad es, como decían los negros de las películas de Tarzán cuando presagiaban un mal augurio y salían corriendo: ¡yuyu! ¡yuyu!

 Sin sacar conclusiones y aprovechando lo bueno que tienen las crisis económicas-sí, he dicho bueno- pongámonos a trabajar con números y objetivos en común acuerdo con la dirección, enterremos: soberbia, desconfianza, autoritarismo, demagogia, estulticia, viejas recetas; y pongamos encima de la mesa: objetivos, sentido común y racionalización. Cada uno que haga su trabajo y todos respetemos el de los demás.

 Necesitamos personas con dos cosas; una visión y una dirección. Si la persona no tiene visión es sólo compañía y si tiene visión sin dirección alguna, es sólo un soñador. Si le faltan las dos cosas es un imbécil.

 Aceptemos la parte proporcional de culpa que tenemos como trabajadores sanitarios y no intentemos reproducir aquello de lo que debemos de arrepentirnos y que nos desprestigia como grupo humano y profesional. Limpiemos las cloacas.

 Digamos adiós a las peonadas, a inflar las plantillas de guardia, a inflar las revisiones en consulta para que haya programas extraordinarios, a poner en marcha una nueva técnica que sólo beneficia a las compañías del sector, a contratar interinos como esclavos, a repartir el trabajo que se paga extra pero no el del horario normal, a no cumplir el horario, a escaquearse descaradamente…. Echemos el lastre y comencemos un tiempo nuevo con la cara bien alta, con las ideas bien claras, con la visión y el camino para conseguir converger en el único punto de encuentro de todos los médicos: nuestros pacientes.

 Cuando hayamos hecho autocrítica y obremos en consecuencia con esta podremos plantar cara a nuestros dirigentes sin los flancos desprotegidos por las irregularidades y corruptelas que nos permitieron y nosotros aceptamos.

Gracias Dr. Herrera, sobre todo por la valentía fuera de la ortodoxia para publicar lo que todos sabemos y lo que todos callamos.

Un poco de autobombo… 13/07/2012

Posted by alopezdelval in Sistemas de Salud.
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La Sociedad Española de Directivos de la Salud ha publicado el artículo Los Actores del Sistema Nacional de Salud en España, elaborado entre los Drs. Arenas Díaz y López del Val, en la revista Sedisa Siglo XXI, número 25 de julio de 2012.

Está disponible en el enlace original [ver link] o en PDF [ver link].

Gracias a Sedisa por su difusión.

Los actores del Sistema: El profesional (III) 28/05/2012

Posted by alopezdelval in Sistemas de Salud.
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Continuando con la serie, toca reflexionar sobre los profesionales. Son muchos y variados los problemas y circunstancias alrededor de ellos, médicos y enfermeros. Pero comenzaré proponiendo a los lectores que, siendo trabajadores por cuenta ajena, imaginen que alguien les propone lo siguiente:

  • Tendrás un trabajo fijo de por vida. Sin riesgos.
  • Bien remunerado pero sin grandes excesos.
  • Trabajarás de 8 a 15 horas excepto en guardias o turnos.
  • No tendrás que someterte a evaluaciones periódicas.
  • Tendrás, además de los 30 días de vacaciones, al menos otros 8 de libre disposición.
  • Tu propia empresa te puede generar ingresos extraordinarios en jornadas de tarde.
  • Habrá una enorme flexibilidad para la asistencia a cursos, congresos y otros eventos. Sin costo por tu parte.
  • No tendrás que preocuparte por la Responsabilidad Civil, pues una póliza colectiva te amparará.
  • Conforme vayas teniendo antigüedad, irás mejorando económicamente mediante los trienios y la carrera profesional.

Pues imagino que al 85% de los trabajadores por cuenta ajena de España que no trabajan para la Administración firmarían inmediatamente.

Y sin embargo ocurre todo lo contrario. Hay un desapego generalizado. De hecho el Burn out o Síndrome del quemado en personal sanitario es, junto con profesores y personal de las FFAA, el mayor que se ha cuantificado.

¿Cuál es la magnitud del problema? Hay diferentes estudios con una horquilla entre el 30 y el 70%. Otros indican que el 90% de los médicos de Atención Primaria sufren agotamiento emocional y despersonalización.

Y los motivos que se leen en los textos están derivados principalmente de que «la realidad no cumple con las expectativas depositadas». Esta afirmación se concreta en aspectos como:

  • Sobrecarga de trabajo.
  • Salario.
  • Falta de apoyo por parte de las instituciones.
  • Pérdida de control sobre la propia actividad profesional.
  • Sentimiento de estar solos con una sociedad que ha perdido la capacidad de enfrentarse al dolor, a la enfermedad y a la muerte.
  • Pacientes cada vez más exigentes y críticos.
  • Creciente burocracia para la que no se ha sido formado.
  • Separación de la gestión.
  • Falta de reconocimiento social.

Y por otra parte hay un cierto número de profesionales que “recogen las nueces” de esta situación, aprovechándose de ella, con excusas como “para lo que me pagan”.

En el Sistema Público, muchos profesionales no consideran que trabajen para una empresa, no tienen sentimiento de pertenencia a una organización, y realmente la empresa sanitaria pública no lo facilita. Esto tiene como consecuencia la facilidad con la que aparecen intereses espurios. Se podría considerar que hay una desafección bidireccional.

De los problemas planteados anteriormente por los profesionales, uno muy serio es la pérdida de autoridad con los pacientes y con otras categorías de trabajadores. Esta linealidad con otros grupos laborales por el marco funcionarial hace que no se diferencie el costo personal para conseguir una formación muy especializada, encontrando en muchas ocasiones que se ha perdido la conciencia de ser una profesión, a lo que la empresa sanitaria pública también contribuye.

No hemos de olvidar que los profesionales son la clave, la llave y el nudo gordiano en la gestión de los recursos sanitarios, por lo que no podemos hablar de cambios en la gestión sin resolver estos conflictos.

Todo esto va derivando en cambios en la práctica médica, por ejemplo con la sustitución de la anamnesis y exploración por una medicina tecnificada, con sobreprescripción y encarecida.

Es necesario cambiar el modo de relacionarse con los profesionales con fórmulas diferentes a las funcionariales, con sistemas de información que permitan saber qué profesionales destacan en términos de calidad clínica y eficiencia en la gestión clínica. Los importantes incrementos en la masa salarial del Sistema Sanitario Público no se han traducido en mejoras en la eficiencia.

Hay que reivindicar la figura del médico y buscar su revaloración social, empezando por su propia empresa.

Debemos dotarnos de las herramientas para premiar y promocionar a quien lo haga bien, y penalizar a quien no. Huir del igualitarismo.

Hay que contener a las farmacéuticas y proveedores de tecnologías sanitarias para que cese la presión sobre nuevas técnicas y productos. Estos elementos deberían estar avalados exclusivamente por una Gran Agencia Nacional.

Y hay facilitar, y por qué no, exigir a los profesionales que vuelvan a pensar como miembros integrantes de una organización y de una profesión, en cantidad y calidad de dedicación.